Tu hija se pelea con una amiga. Ella llora, tú estás furiosa y lista para defenderla. Pero, ¿está bien que lo hagas? En esta era de padres que están todo el tiempo sobrevolando a sus hijos, es difícil no intervenir cuando tu retoño se encuentra en un dilema social. Pero esa no es siempre la respuesta.
“En los últimos años, he visto una tendencia a que las madres se enfrenten a otras madres, ya sea por teléfono, por correo electrónico o en persona, para solucionar los problemas sociales de sus hijos; yo lo llamo Mamá Drama”, nos dice Joyce Marter, psicoterapeuta y propietaria de Urban Balance LLC en Chicago. “Esto es un problema en varios niveles: no solo se está yendo más allá de lo debido, sino que esto evita que los chicos desarrollen las habilidades necesarias para enfrentar este tipo de situaciones y aprendan que no viven en un mundo perfecto en el que siempre todos se llevan bien y participan en el grupo”.
Laurie Zelinger, psicóloga infantil y autora de Please Explain Anxiety to Me! Simple Biology and Solutions for Children and Parents, está de acuerdo. “Este tipo de problemas sociales ocurren y recurren a lo largo de la vida”, nos dice. “Tú los viviste; tus hijos también merecen la oportunidad de pasar por ellos”.
Estos son algunos dramas comunes que tu hija podría enfrentar y cómo ayudarle a sobrevivirlos, sin hacerlo todo por ella.
Drama: Tu hija de segundo grado se siente herida porque no la invitaron a la fiesta de cumpleaños de una compañera de clases.
Solución: No llames a la mamá que organiza la fiesta y le exijas una invitación para tu hija. Eso no solo es grosero, sino que pone a la otra madre en una posición incómoda si cuenta con un espacio o un presupuesto limitado para la fiesta.
En vez de ello, ayúdale a tu hija a enfrentar su decepción compartiendo con ella la tristeza que tú sentiste cuando en alguna ocasión no te invitaron a alguna reunión o a algún club. Recuérdale que ella tampoco invitó a todos sus compañeros de clases a su último cumpleaños y, si la compañera en cuestión no es su amiga cercana, hazlo notar. Finalmente, sugiere que se reúna con sus mejores amigas. “El verdadero problema podría ser que necesita más interacción social”, dice Marter.
Drama: Tu hijo se queja de que nadie juega con él durante el recreo.
Solución: Habla con tu hijo acerca de sentirse excluido y haz comentarios que le demuestren tu apoyo, como “apuesto a que nunca pensaste que te pasaría”, para validar sus sentimientos. “Si le haces demasiadas preguntas, sonarás como detective y lo pondrás a la defensiva”, advierte Fred Zelinger, psicólogo infantil y familiar de Cedarhurst, N.Y. “Terminarás obteniendo menos información que en una conversación normal entre padres e hijos, en la que él te dice algo y tú le respondes con un comentario”.
Llama o envíale un correo electrónico a su maestra y explícale la situación; pregúntale si ha notado algo que pueda estar causando el problema. Tal vez a tu niño lo están excluyendo porque hace trampa al jugar o porque presume demasiado cuando gana. “No puedes obligar a los otros niños a que jueguen con él en los recreos, pero puedes ayudarle a cambiar su comportamiento y aprender a relacionarse con un grupo distinto de chicos”, dice Marter. “Insístele en que se muestre seguro y diga cosas como yo también quiero jugar”.
Drama: Tu hija de 10 años se ha peleado con su mejor amiga, cuya madre resulta ser una buena amiga tuya.
Solución: Dado que te llevas bien con la madre, está bien que las dos traten de ayudar a las chicas a resolver sus diferencias, nos dice Marter. Primero, pregúntale a tu hija qué fue lo que causó el problema, teniendo en mente que ella solo te está contando un lado de la historia. Demuéstrale comprensión con comentarios como “Duele cuando una amiga se enfada contigo, ¿verdad?”, y sugiérele que trate de hablar con ella para acabar con la pelea.
A partir de ahí, habla del asunto con tu amiga, sin asignar culpas: “Es duro ver a las niñas pasar por esto. Probablemente se trata solo de un malentendido. Vamos a tratar de que hablen y lo resuelvan”. Marter recomienda: “Dale a tu hija las herramientas que necesita para tener una conversación útil con su amiga, pero no hables por ella”.
By Cynthia Hanson for Life & Beauty Weekly
Foto de portada pixabay / HND