Cuando niñas, nos desesperábamos cuando nuestros padres nos exigían que hablásemos en buen español y asistiéramos a las fiestas de quince años de nuestros vecinos. Pero en el proceso de aclimatarnos a un estilo de vida estadounidense, es posible que hayamos dejado muchas cosas atrás. He aquí nueve pequeñas perlas de sabiduría latina que jamás debemos olvidar, así como la forma de incorporarlas a nuestras complicadas vidas modernas:
1. La familia siempre es primero. En las buenas y en las malas, nadie te apoya como la familia. Sin embargo, no sólo debe ser la obligación lo que te impulse a poner por delante a tus seres queridos. Después de todo, ¿qué te relaja más? ¿Ver la televisión o contarle un cuento a tus hijos?
2. Haz acopio de tus recursos. El ahorrar en grupo le ha ayudado a los latinoamericanos de todo el mundo a comenzar negocios y adquirir casas. Combina tu energía con profesionales que piensen como tú y comienza un grupo de afinidad latino en tu especialidad profesional.
3. La comida es sagrada. Al menos una vez al mes, prepara una comida en forma para un pequeño grupo de amigos cercanos. El recuerdo durará más que una noche en el cine.
4. No gastes lo que no tienes. Los inmigrantes no usan tarjetas de crédito, pero nosotros algunas veces tenemos que hacerlo. Asegúrate de llevar un registro cuidadoso para justificar cada cargo.
5. Nunca te quejes. No hacerlo “nunca” puede no resultar muy realista, pero, ¿realmente tenemos que quejarnos tanto? Trata de reducir los comentarios negativos durante una semana.
6. Invierte en las personas, no en las cosas. Nuestras familias ayudaban a los vecinos; nosotros casi ni sabemos quién vive en nuestra cuadra. Crea un sentido de comunidad uniéndote a una asociación de padres local, a una organización cultural o a una cooperativa de alimentos.
7. El romance es rey. Nuestros abuelitos jamás dejaron de bailar o de salir juntos.
8. Un poco de grasa nunca ha matado a nadie. Incluso las investigaciones están de acuerdo con Mami en este punto: el cuerpo necesita grasas monoinsaturadas, así que... ¡vengan el guacamole y las pepitas! (Olvídate de las papas fritas).
9. No te lleves el trabajo a casa. Si no puedes evitarlo, libera por lo menos 30 minutos al día en los que no trabajes ni te plantes delante de una pantalla. Te sentirás más relajada y efectiva por la mañana.
es la editora en jefe de Fabulosamente
Latina.
*Publicación traída a ti por: Michelle Herrera Mulligan for Fabulosamente Latina
*Foto de portada pixabay/baski007
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