18 nov 2012

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Los hombres tienen miedo a la mujer, sin miedo


Los hombres tienen miedo a la mujer, sin miedo


Los datos están ahí, en archivos digitales, clásicos casilleros, prensa escrita, en libros…Todos ellos nos declaran que siempre han existido féminas sin miedo. Mujeres que han sabido desafiar, con imaginación, trabajo e inteligencia los retos que van encontrando en sucaminar, día a día. Por eso a las palabras de Eduardo Galeano, yo le agregaría, que elmundo entero tiembla, cuando encuentra a una Mujer, que no tiene miedo.


Cuando una mujer está desprovista de miedo, alza su voz y manifiesta aquello que le disgusta, aquello  que le irrita, aquello que la limita. Cuando una mujer esta carente demiedo, se atreve a dar un paso, luego otro, seguido de otro y otros. Y cuando menos lo espera cruzó senderos –que en otra época- eran inconcebibles, irrealizables. Una mujer exenta de miedo desafía paradigmas, equilibra estremecimientos y sosiegos, pondera sensatez con demencia, y amor con repugnancia.


Una mujer escasa de miedo, se descubre a sí misma, se estima, se ama, no da cabida asentimientos de inferioridad, ni permite que comentarios estériles desplomen sus sueños.


Mujeres sin miedo, supieron avanzar cuando andaban descalzas, mujeres alarmadas armadas fueron capaces de discernir si corrían a refugiarse o era el tiempo de enfrentarse alos leones. Mujeres turbadas, encontraron las salidas a los laberintos.


Cuando pienso –por ejemplo- en Anne Vallaser-Coster, pintora, nacida en Francia en 1744 me sonrío, con tal satisfacción, porque ella fue sin lugar a dudas una mujer desprovista de miedo. Logró tener su propia tienda en donde exhibía sus obras de arte. En 1770 se presentó –audazmente- a la Academia Real de Francia, para solicitar su ingreso con dos alegorías de las artes visuales y de la música (hoy en el Louvre) y uno de
los votantes dijo: "verdaderamente tiene dotes iguales a las de un hombre que se hubiera preparado en ese género de la naturaleza muerta". 1.-


Una mujer falta de miedo lee, analiza, observa, pinta, canta, baila, dice, siente, acciona, procede conforme el juicio y no permite que enflaquezcan sus huesos, solo por el hecho dedar gustillo a ciertos lobos. Una mujer sin miedo es consciente de su ser, y no necesita neutralizar, ni cambiar su sangre por tinta de pulpo, para acceder al conocimiento. En esta vía, viene a mi mente Jane Austin, escritora, valiente mujer, nacida en 1775 en Steventon, Inglaterra y, cuando medito en su novela orgullo y prejuicio, -me digo, ¿Cuál miedo?– Jane, se atrevió desde ese momento a criticar a los regimientos militares, esto como producto de haber tenido tres hermanos que ingresaron al ejército y de haber vivido algunos escarnios. Yque decir de Marie Curie, polaca ganadora del premio nobel en física en el 1903. O Bertha Von Suttner, del imperio austrohúngaro que, en 1905 se hace acreedora al nobel de la paz.


Siempre hemos tenido campeadoras, que han dicho voy, en busca de eso que me falta. Saharianas que supieron enfrenar alacranes y tormentas de arenas. No negamos que en determinado momento nos sentimos representadas, lo agradecemos. Pero fue hermoso descubrir que éramos capaces de representarnos por nosotras mismas. ¡Y de hacerlo bien!


Los datos siguen estando ahí, son reales, solo basta acercarse a ellos permitir que la mujer exprese su discurso, ese que ha sido invisibilizado por mucho tiempo. La mujer siempre ha sido acarreadora de un discurso potente y operable. Como las semillas hemos sabido germinar, degustando el proceso de romper el tegumento: la radícula crece hacia el suelo para fijarse y buscar alimento, mientras el tallo y las hojas crecen y buscan la luz .


El sigloXX se declaró el siglo de la mujer, por el despunte en la incursión en la política, en lo Económico y laboral, en lo social. El siglo XXI, lo declaramos el siglo de la mujer exenta de miedo. Nosotras ya no somos subalternos, somos sujetos titulares, nos respalda la construcción de un discurso verdadero, lleno de evidencias en todas las ramas del arte y de las ciencias.


Coincido con Foucault en el planteamiento de, la creación de un nuevo sujeto nunca es un proceso definitivo, ya que ese nuevo sujeto va a ser utilizado como punto de referencia en la creación de nuevas subjetividades, esto significa que las representaciones siempre han existido y van a existir y serán utilizadas para la creación de nuevas representaciones. Sin embargo, permítanme decir que si mi representación pasada fue -por ejemplo- en mi bisabuela, mi abuela, mi madre, mis hermanas, mujeres fuertes, sólidas… o mis hijas, mujeres heroicas… me digo ¡ha valido la pena!


¡Por la vendedora de flores, por la intelectual, por la  tejedora, la esposa, la diputada,la amiga, por la ama de casa, la ministra, la maestra, la costura, abogada, vendedora detortillas, la enfermera, la madre soltera, la viuda… todas mujeres del siglo XXI que alzaron sus alas como las águilas.!

Por:Eduardo Galeano, Uruguay Foto de portada:Pixabay/Composita