La formación de nuestros hijos es lo más importante. Como padres, es nuestra responsabilidad brindarles educación de calidad a nuestros hijos, que los ayuden a desarrollarse como personas de bien con altos valores morales, con gran integridad como personas, con las herramientas necesarias para enfrentarse a los desafíos que la vida les pueda poner enfrente. No es una tarea sencilla y no hay manera de saber cuál decisión es la más acertada, ya que sólo hay una oportunidad para tomar la más conveniente.
No obstante, una buena forma de escoger la opción más adecuada es consultando toda la información posible respecto a las opciones disponibles, antes de tomar una decisión final. Algunos parámetros que sirven como regla general para escoger una buena escuela son el nivel académico, el nivel de preparación de los docentes, las experiencias de otros alumnos, el nivel de atención personalizada que recibe cada estudiante, la integración de actividades físicas como parte de su formación y la atención a los intereses personales de tu hijo, por ejemplo, la preparatoria de la ULA ofrece un ambiente de bienestar y permite el desarrollo de actividades deportivas.
Esta etapa de la vida de tus hijos la recordarán por siempre; y depende de nosotros los padres hacer que esa memoria sea un recuerdo positivo y estimulante, que en su vida futura les sirva como referente y estímulo en el resto de sus actividades. Una buena preparatoria es la base de una vida llena de retos, y está en tus manos que su formación en el aula sea tan buena, como tú estés en
la disposición de dar por tus hijos.
Por último, confía en tus instintos. La inseguridad y la ansiedad es común al tener que tomar este tipo de decisiones, pero como mamás, en el fondo siempre sabemos lo que es mejor para nuestros hijos, y en el caso de la preparatoria, es algo que sabemos porque tenemos claro el tipo de educación que nos gustaría que recibieran.
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