La mejor forma de pagar los gastos de tus viajes

Las vacaciones están cada vez más cerca y empezar a organizarlas apremia el tiempo, muchas veces se eligen destinos lejos, otras veces se eligen destinos cerca o simplemente hay quienes prefieren quedarse en casa a disfrutar de la familia y pasar un
rato agradable entre todos los miembros.


No cabe duda que de alguna manera u otra las vacaciones representan un gasto extra que bien planeado no afectará las finanzas familiares, al contrario, se convertirá en la mejor inversión para pasar días inolvidables en familia.






Las cuentas bancarias no están preparadas para financiar un viaje si éste no está planeado con anticipación y si no se organiza económicamente el presupuesto familiar, muchas veces ésto último puede resultar una tarea difícil a realizar, ya que aunque se tenga una cantidad límite, siempre surgirán situaciones externas que tal vez no se tenían pensadas y solicitar una tarjeta de crédito que resuelva momentáneamente esas situaciones puede resultar la mejor opción.


¿Por qué una tarjeta de crédito? Muchas personas siguen creyendo el mito de que una tarjeta de crédito no es tan buena opción al tratarse de compras, pero la verdad es que es de las mejores alternativas tanto para adquirir bienes tangibles como tu forma de pago al viajar. Según cifras de la Condusef, las compras realizadas en 2018 realizadas con tarjeta de crédito fueron del 39%, lo que quiere decir que cada vez son más las familias que confían en esta forma de pago.






Al viajar, la seguridad de cada miembro de la familia es primordial, uno de los beneficios por utilizar tu tarjeta es evitar el manejo de efectivo, además todas las compras quedarán registradas dando el beneficio de llevar un mejor control de tus compras, y llevar un historial de cuánto estás gastando, cuánto puedes gastar y qué compras se tienen que
dejar de hacer.



Si estás pensando en viajar a un destino más lejano y quieres comprar boletos de avión o autobús, la mejor forma de pagarlos es a crédito, muchas veces las empresas ofrecen meses sin intereses que se ajustan a la economía de cada personas pagando en mensualidades pequeñas cantidades de dinero o también se puede elegir pagar dentro de 1 o 2 meses después de haber realizado la compra, todo depende de las promociones que la empresa esté ofreciendo.